Como extraño ese maravilloso lugar. Cada vez que voy, deseo no volver nunca. Extraño la casa de toda la familia, donde organizabamos con mis primos casinos caseros, con ruleta, dados, cartas, poker y las apuestas eran con botones juju . Dónde jugábamos al golf en el patio de atrás, leiamos las 10.000 historietas y revistas que había en el estante, hacíamos partidos de truco, filmábamos veinte millones de videos pelotudos, nos quedábamos toda la noche afuera para ver la invasión de sapos y cada vez que terminábamos de cenar, jugábamos mis primos, mis tios, abuelos, novias de los tíos, tooooda la familia al CHANCHO VA . Siempre la pasé genial allá . Todas las veces que salimos, a tomar un helado, a comer una pizza, a la feria, donde habia una vuelta al mundo que giraba en sentido contrario (?), donde estaba el escenario al que fué a cantar Marcela Morelo una vez, donde habia miles de puestos de ferias de artesanías en los que yo les hablaba a todos los artesanos en inglés, siempre divirtiéndome. Me acuerdo cuando salíamos a andar en bici por las calles de tierra, pasando por todas las calles del centro hasta llegar a la playa, sin padres, sin nadie que nos acompañe, sin nadie que nos rompa las pelotas. Mis primos y yo con la más absoluta libertad, en bici o caminando siempre lléndonos a la mierda, a los videojuegos, a la playa, a la plaza, a andar en cuatriciclo, al circo, a cualquier lado. Pero felices. Porque nos sentíamos seguros, en un lugar en el que conocemos a casi todos, un lugar en el que jamás te enterás de un robo, un accidente, un lugar en el que te desconectás del mundo, donde realmente te relajás, donde te sentís seguro. Me acuerdo de caminar todas las mañanas 9 cuadras hasta la playa, donde las calles tenian casas cada 20 metros, ni siquiera estaban pegadas. No existe un edificio. Caminar esas calles llenas de pasto, de árboles, plantas flores, ojas amarillas cayendo siempre, como si fuera otoño; pero el sol ardiente demostraba que era verano. Pisar la arena descalzo era lo que me hacía pensar: - Ya no estoy en la ciudad, con zapatillas pisando el asfalto, NO. Ahora estoy acá. Siempre preparados. En la playa, abajo de la sombrilla, siempre encontrabas galletitas, bizcochos, facrutas, termo, mate, azúcar, chocolate, agua, coca, licuado, jugo y mucho mas. Que familia lleva tantas cosas ? juju . El agua jamás fría o helada. Siempre calentita, te podías tirar de una al agua, sabiendo que el frío jamas iba a aparecer. Tirarme abajo de esas olas gigantes que te llevan hasta la orilla, me sacaba una sonrisa enseguida. Estar con todos mi amigos y primos en el mar, cagandome de risa en un día soleado, hermoso, era todo. No podía pedir nada mas. Y personalmente un pasatiempo mío, era parame siempre en los espigones, esas piedras gigantes que separan las playas. Pararme ahí y ver todo el mar, inmenso, que me hacía senitr un bichito. Ver como las olas de 20 metros rompían contra las piedras delante de mis ojos y que te golpee esa humedad salada y fría, me hacía poner la piel de gallina, pero también me hacía feliz. El día que fuimos en auto a la laguna de Mar Chiquita fué increible. Toda la orilla increiblemente llena hasta las pelotas de huevos de cangrejos. Y por supuesto lleno, minado de cangrejos gigantes, grandes, chiquitos, y lleno de pájaros blancos, naranjas, azules y otros colores muy raros en un ave. Y por último, yo creo que una de las cosas que mas me gustó fue cuando fuimos a ACUASOL, ese parque acuático lleno de toboganes de agua, altísimos, sin exagerar, había toboganes de más de 20 metros. Era una aventura única. Haciendo fila para tirarnos de esos tobagones, solo o de a dos. Tirarte con un poquito de miedo, caer a una velocidad increíble y que se acabe al toque. jaja. Lo mas difícil de enfrentar para mí fué el tobogan rojo, jajja, mi primo Lucas me decía dale Fede, no me dejes, no seas cagón, no pasa nada. Bueno... hasta que me convenció y me tiré. Cuando caia por ése tobogan no tenés noción del tiempo, día, no sabés quien sos. Se te pone todo en blanco y solo pensas aaaaaaaaaaaaaaaaaa cuándo termina ?. jiji. Lo mejor fué cuando nos metimos a la pileta con olas, ponían una maquina al fondo de la pileta que hacía olas re altas pero de agua común xD . En fin, creo que no me alcanzaría ni mi fotolog, ni mi blog para escribir todo lo que viví en este maravilloso lugar, al que voy casi todos los veranos y la paso demasiado bien, demasiado genial ; y cada vez que vuelvo a la capital me quiero matar.
Santa Clara Del Mar sos mi vida, mi lugar preferido, sos todo ( L ) . Te extraño muchisimo!
Atentamente, Tufi, Federico Barreiro.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA que hermoso tener una familia asi grande y muchos primos y familiares y y y y aaaaa prestame a tu familia . Bldo , yo lo más parecido a eso que tengo es una primita que me caia mal y una vez la desperté asfixiandola con una almohada . Y no sé , amaría tener recuerdos de vacaciones así con una familia gigante .
ResponderEliminarTe aaaaamo muchisisisisisismo .